Vive para bailar,baila para vivir.

No es mover tu cuerpo al ritmo de una música cualquiera,es sentir rozar con tú piel cada nota de esa melodía cuidadosamente escogida.Es desconectar del realismo,y vivir por unos segundos en un mundo de fantasía.Es sentir que flotas,que cada paso que das está amortiguado por algodón,que cada movimiento te acerca más al cielo.Es salir a un escenario y sentir que nada importa,que eres libre,que el mundo es tuyo.
Bailar,es soñar con los pies,gritar en silencio,hacer real lo que no se ve,luchar por un sueño,hacer arte de tus sentimientos.
Sientes la sensación de estar en una burbuja,en la que solo pueden entrar los delicados acordes de esa melodía que llegan como suspiros.
Guardar cada gota de sudor derramada,el dolor tras horas de ensayo,los calurosos aplausos al terminar una pieza,para el día en que no pueda bailar tenerlos cerca.
Y si la vida son dos días,quiero vivirlos bailando,y sí pudiera elegir mi muerte,la elegiría sobre un escenario.

A quien sé que lo necesita.

Llega un momento que algo va mal,y no sabes qué,y es lo que menos piensas.
Que te sientes ahogada en tus propias lágrimas,presa de tu propia jaula.
Tienes miedo a lo que tus decisiones traigan consigo,meditas hasta la saciedad que hacer,buscas todos los remedios posibles,pero cuando ya no puedes hacer nada más,que esa situación se convierte en una grieta sin arreglo,debes hacer lo que tanto miedo te daba.
Al principio sufres,pero por un corto período de tiempo,después,te sientes cada vez más liberada,tranquila,despreocupada,te das cuenta que así estás mejor.
No te preocupes,a veces te arrepentirás,llorarás,sufrirás,pero a la larga,el beneficio es evidente.
Siempre tendrás a alguien al lado que te dará fuerzas para seguir,y sin duda,esa persona no te abandonará nunca.
Y piensa,que si te equivocaste,el destino te ayudará a encauzarlo todo de nuevo,el tiempo todo lo cura.

A una persona muy especial que siempre me tendrá a su lado.

Pero,¿y lo melancólicos que son los días de tormenta?

El modo en que caminas cuando llueve,y aumentas el ritmo de tus pasos para intentar mojarte lo menos posible.El resbalar de las gotas sobre tu rostro,cayendo cada vez con más fuerza golpeándote el cuerpo y dejando una helada marca.El chasquear de tus pies al golpear los pequeños charcos formados a lo largo de la calle.El ruido de un trueno cercano,precedido de una luz cegadora,aumentas el ritmo.El momento en que llegas a techo,te sientas frente a la ventana del salón tapado con dos mantas gruesas,y una chaqueta de lana fina sobre el cuerpo.En tu mano una taza de café,chocolate,o té caliente que sujetas con ambas manos.Miras a la gente que corre bajo las cortinas de agua transparente que caen sin cesar.Recuerdas cuando tú estabas en su misma situación y sientes un escalofrío.Tomas un sorbo de la taza,cierras los ojos,sientes el calor recorriendo tu cuerpo.Cierras las cortinas y te separas de la fría estampa que representa el ventanal de tu casa.Te acomodas en el sofá aún tapado hasta el cuello,viendo una película de esas de sesión de tarde de cualquier cadena privada,la taza vacía descansa sobre la mesa.